Una capilla ubicada en la sierra Tarahumara, en una comunidad indígena del estado mexicano de Chihuahua, “quedó reducida a nada” tras un devastador incendio. Ante esta tragedia, la Iglesia Católica ha solicitado ayuda para su reconstrucción.
El P. Héctor Fernando Martínez, vicario de la Diócesis Tarahumara, relató a ACI Prensa que en la madrugada del 26 de noviembre un incendio consumió por completo la capilla de la comunidad indígena de Panalachi, en el municipio de Bocoyna. Inaugurada el 12 de diciembre de 1969, la iglesia tenía capacidad para alrededor de 600 personas y se encontraba bajo la jurisdicción de la Concatedral del Dulce Nombre de María, en Sisoguichi.
La Fiscalía del Estado de Chihuahua determinó que el incendio fue provocado por un cortocircuito. Tras la inspección, se concluyó que no hubo personas fallecidas ni lesionadas a causa del siniestro.
El P. Martínez explicó que la comunidad sufrió profundamente la pérdida del templo, ya que para muchos de estos indígenas rarámuris, muchos de los cuales viven en cuevas, el lugar representaba “su casa, el lugar donde Dios los llama, los convoca para hacer la fiesta que da vida”.
Recordó también el conmovedor testimonio de un hombre de la comunidad, quien, al ver al sacerdote visiblemente afectado, le dijo: “Padre, no llores, pues nosotros somos pueblo, somos Iglesia. Se cayó el templo, pero lo vamos a levantar, porque nosotros, los hijos de Dios, los hijos verdaderos de Dios estamos de pie, nosotros no nos hemos caído”.