CRÍTICA DE CINE: La nueva película retrata a la Virgen María con reverencia, pero se toma libertades preocupantes con la doctrina católica.
La historia de María y la Navidad es tan antigua como la fe y tan fresca como el futuro. ¿Qué podría ser (o debería ser) más bienvenido en la época navideña que una película sobre María y el nacimiento de Jesús? El 6 de diciembre se estrena en Netflix una película titulada María.
Dirigida por el católico D.J. Caruso, y con la intención de hacer una película reverente, María no escatima en drama centrado en la Madre de Cristo. Para lograr autenticidad, Caruso eligió a la actriz israelí Noa Cohen y al actor Ido Tako para interpretar a María y a José. El nombre más reconocido en el elenco es el de Sir Anthony Hopkins, quien interpreta a Herodes. El casting de actores poco conocidos se convierte en un punto a favor de esta película.
María es el tipo de película que casi no se ve. Se desearía que hubiera más sobre este tema. Pero para los espectadores católicos, hay varias reservas importantes a tener en cuenta.
El guión pasó por muchas reescrituras, con la consulta de líderes religiosos cristianos, judíos y musulmanes, y se toma licencias creativas con los diálogos, escenas y realidades históricas y teológicas. Aun así, se aleja mucho de la historia real.