El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, debe explicar a la población las razones que lo llevó a proclamar la ley marcial, así esta luego haya sido derogada, señaló el presidente de los obispos católicos, Mons. Matthias Iong-hoon Ri.
El martes 3 el presidente declaró la ley marcial —un anuncio que no sucedía en 40 años—, aduciendo que era para proteger el orden constitucional de “actividades antiestatales” y de amenazas de Corea del Norte.
“Para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte y eliminar los elementos antiestatales (…) declaro la ley marcial de emergencia”, indicó por televisión nacional durante la noche.
Sin embargo, las protestas en las calles y la reunión de la Asamblea Nacional para oponerse a esta medida, obligaron a Yoon Suk-yeol a derogarla horas después. Ahora enfrenta una posible destitución, aunque los parlamentarios de su partido han anunciado que se opondrán a ello.
Ante este panorama, el presidente de la Conferencia Episcopal Coreana, Mons. Matthias Iong-hoon Ri, señaló que el mandatario “debe dirigirse directamente a los ciudadanos, explicar los acontecimientos que llevaron a la proclamación y al levantamiento de la ley marcial, pedir disculpas sinceras al pueblo y asumir la responsabilidad de lo sucedido”.
En una carta enviada a la agencia SIR, el prelado indica que los obispos consideran que “muchos ciudadanos quedaron conmocionados y pasaron la noche en vela por la declaración de la ley marcial que tuvo lugar anoche”.