La escritora J.K. Rowling habló esta semana sobre el duro trato que ha recibido —incluidas “miles de amenazas de asesinato, violación y violencia”— por atreverse a hablar en contra de los peligros de la ideología de género.
“Una mujer trans publicó la dirección de la casa de mi familia con una guía para fabricar bombas”, revela la autora británica de los libros de Harry Potter en una publicación en las redes sociales que se volvió viral el 2 de diciembre, refiriéndose a un tipo de ataque en línea conocido como “doxxing”, que tiene como objetivo poner en peligro a alguien al revelar públicamente dónde vive.
“Mi hija mayor fue blanco de un destacado activista trans que intentó hacerle doxxing personal suya y terminó haciendo doxxing a la joven equivocada”, añade Rowling.
“Podría escribir un ensayo de veinte mil palabras sobre las consecuencias que esto ha tenido para mí y mi familia, y lo que hemos soportado no es NADA comparado con el daño causado a otros”.
La declaración de Rowling se produjo en respuesta a un informe del 26 de noviembre en The New York Times en el que algunos activistas transgénero hablan críticamente de las tácticas “confrontacionales” adoptadas por “las voces más partidarias de todo o nada en su movimiento”.
Rowling se mostró en desacuerdo con que la citaran como ejemplo de alguien que ha sido blanco de “críticas implacables”, una descripción que, en su opinión, minimiza deliberadamente la gravedad del abuso que ella y otros han tenido que soportar.