España experimenta una metamorfosis silenciosa pero profunda en su mapa espiritual. Desde 2011, el número de lugares de culto católicos ha disminuido en 141, mientras que las confesiones no católicas han tenido un crecimiento explosivo del 50%, sumando 2.873 nuevos templos para un total de 8.016, según datos de octubre del Observatorio del Pluralismo Religioso en España.
Aunque la Iglesia Católica mantiene su predominio con 22.933 templos, su presencia porcentual ha disminuido del 81,26% al 74% en los últimos 13 años, de acuerdo con los datos del Observatorio. Esta caída no se debe únicamente a la pérdida de templos católicos, sino principalmente al rápido aumento de otros cultos.
Los evangélicos lideran esta expansión con 4.455 lugares de culto (14,3% del total), seguidos por los musulmanes con 1.839 (5,6%) y los Testigos de Jehová con 633 (2,04%). Cataluña, Andalucía y Madrid se han convertido en los epicentros de esta diversificación religiosa
Además, están registrados centros de culto correspondientes a cristianos ortodoxos, budistas, adventistas, baha’is, anglicanos, judíos, hinduistas, sijs y cienciólogos, entre otras denominaciones.
Entre los centros no católicos, el 55% corresponde a iglesias evangélicas (4.455), mientras que las mezquitas musulmanas (1.839) representan el 22%. Los Testigos de Jehová (633), tienen un 7,8% de los lugares de culto que no son católicos.
Este fenómeno plantea interrogantes sobre la evolución de la identidad religiosa en una nación tradicionalmente católica. ¿Cómo responderá la Iglesia ante esta creciente diversidad que está alterando el equilibrio religioso de España? La respuesta a esta pregunta podría definir el futuro espiritual del país en las próximas décadas.