El martes 3 de diciembre se hizo entrega de la Rosa de Oro a la Virgen de la Esperanza Macarena de Sevilla, una concesión que resalta la importancia de esta imagen, pilar de la devoción mariana andaluza.
En el marco del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se desarrolla estos días en la ciudad, el arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto para los asuntos generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, fue el encargado de otorgar esta condecoración.
La tradición católica de entregar una Rosa de Oro se remonta a la Edad Media, y a lo largo de los siglos se ha concedido a monasterios, santuarios y personalidades destacadas en reconocimiento de su compromiso con la fe.
Esta elevada distinción, un “regalo” del Papa Francisco a una de las advocaciones marianas más veneradas y emblemáticas de la ciudad de Sevilla, es además un reconocimiento “profundo a la piedad popular” y un signo claro de su apoyo “a este camino de vivencia de la fe”.