La Archidiócesis de Sevilla (España) acoge desde este miércoles el II Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades en el que se darán cita cerca de 2.000 participantes procedentes de diversos países.
Aunque el 60% de los congresistas pertenecen al Arzobispado de Sevilla, no faltan quienes vienen de otras diócesis españolas y de países hispanoamericanos, así como italianos, belgas, holandeses, alemanes, suizos, portugueses o estadounidenses.
Además, en calidad de legado pontificio, asiste Mons. Edgar Parra, sustituto de la Secretaría de Estado Vaticana.
El Papa Francisco ha querido sumarse a la celebración del congreso con un mensaje en el que se muestra convencido de que “la piedad popular de nuestro tiempo constituye una fuerza evangelizadora muy eficaz para hombres y mujeres, y que transmite una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer. Hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe”.
En la misiva, en la que el Papa Francisco instituye a Mons. Parra como legado pontificio para la ocasión, pide que “María Santísima, la Virgen Macarena, dispensando su caridad maternal, encendida la piedad popular de los fieles por el fuego del amor del Espíritu Santo, engendre un camino de esperanza y, como acabamos de deciros, un sistema inmunitario, ante los muchos peligros dolosos para la Iglesia”.
El congreso también contará con la presencia de Mons. Salvatore Fisichella, prefecto del Dicasterio para la Evangelización, quien impartirá una ponencia bajo el título La misión evangelizadora, alma de las Hermandades.