“Los obispos han asegurado a sus fieles que permanecerán en Alepo, al igual que los sacerdotes, los religiosos”, informó el Nuncio Apostólico en Siria, Cardenal Mario Zenari, quien relató que en la ciudad se vive “un momento muy incierto y difícil” luego de haber sido capturada por los yihadistas.
La semana pasada, Hay’at Tahrir al-Sham, una facción yihadista considerada una rama de al Qaeda en Siria, lanzó su mayor operación en casi nueve años contra las fuerzas del gobierno en la zona rural occidental de Alepo.
Tras apoderarse de varias aldeas y pueblos, el grupo terrorista capturó Alepo y ahora intenta tomar la cercana provincia de Hama.
De acuerdo al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, cuya sede está en Londres, hasta hoy martes se habían contabilizado 571 muertos desde que comenzó la ofensiva yihadista. Del total, 98 son civiles, 182 son miembros del ejército y milicias aliadas, y el resto son integrantes de Hay’at Tahrir al-Sham y sus aliados.
En declaraciones publicadas el 2 de diciembre por Vatican News, el Cardenal Zenari indicó que la población está cansada tras catorce años de guerra civil y que con la captura sorpresiva de Alepo “no se sabe qué deparará el futuro para esta zona y para Siria en general”. “Todo Oriente Medio está ardiendo y las cartas geopolíticas están desordenadas”, señaló.
Sobre la comunidad cristiana, el purpurado indicó que está en contacto con “los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas de Alepo para ver cómo evoluciona la situación”.