A algunos les sorprenderá saber que la labor religiosa lleva a una mayor realización personal que cualquier otra profesión, pero no así Mons. Stephen Rossetti.
“La felicidad sacerdotal es uno de los grandes secretos de nuestro tiempo”, dijo Mons. Rossetti, sacerdote y profesor asociado de investigación en la Universidad Católica de América. “Y me alegra que esté saliendo a la luz”.
La semana pasada, una columna en el Washington Post llevó a una audiencia secular la noticia de la felicidad entre los trabajadores religiosos. Citando estudios de la Oficina del Censo y de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, se concluyó que el trabajo religioso provoca una mayor sensación de satisfacción que cualquier otra profesión.
“Es contradictorio”, dijo Mons. Rossetti, quien ha escrito numerosos libros sobre el tema en los últimos 20 años. “Todo el mundo dice que los sacerdotes son infelices, pero no lo son. Están estresados, están bajo presión, pero esos no son los factores subyacentes que promueven la felicidad”.
El artículo del Post se basó en las respuestas de los trabajadores a declaraciones destinadas a medir la realización profesional, como “Estoy orgulloso de trabajar para mi empleador” y “Contribuyo a la comunidad a través de mi trabajo”. Los obreros que caían bajo la categoría de “clérigos” respondieron “totalmente de acuerdo” a estas preguntas más que cualquier otro tipo.