El sábado, en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona y ante unas 2.000 personas, fueron beatificados el sacerdote Cayetano Clausellas Ballvé y el padre de familia Antonio Tort Reixachs, asesinados por odio a la fe en 1936, durante la Guerra Civil Española.
“Demos gracias a Dios por el gran don de estos testigos ejemplares de Cristo y del Evangelio. ¡Un aplauso para los nuevos Beatos!”, señaló el Papa Francisco este domingo 24 de noviembre tras el rezo del Ángelus en el Vaticano.
La ceremonia fue celebrada a las 11:00 a.m. (horal local) por el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos; y concelebrada por el Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona, y por Mons. Salvador Cristau, Obispo de Terrassa.
“Lo que hicieron nuestros dos beatos: dejaron a Dios la elección de su camino. Aceptaron ser condenados como Él por el don a los demás de sus vidas. Esto es lo que hace al mártir: la imitación de Cristo, incluso cuando seguirle lleva a la elección de aceptar la muerte”, expresó el Cardenal Semeraro durante la ceremonia.
Un padre de familia con 11 hijos y un capellán de un centro para ancianos
Según la Archidiócesis de Barcelona, Mons. Cayetano Clausellas Ballvé fue ordenado sacerdote en 1888 y dedicó gran parte de su ministerio al cuidado de los ancianos en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Sabadell. Reconocido como el “padre de los pobres” por su humildad y servicio a los más vulnerables, destacó por su entrega y valentía.