Un obispo con antecedentes de apoyo al Partido Comunista Chino (PCCh) enfatizó en un reciente seminario diocesano la influencia del estado socialista sobre la Iglesia más que la del Vaticano, según refieren algunos católicos que asistieron a los diálogos con el prelado.
Mons. Joseph Shen Bin, Obispo de Shanghai, quien fue instalado ilícitamente como obispo por las autoridades civiles chinas en 2023 y que volvió a la comunión con la Iglesia Católica tras una decisión del Papa Francisco un año después, en el marco del acuerdo entre el Vaticano y China renovado en octubre último, fue presentado como orador en una conferencia del Vaticano en mayo, donde promovió una “modernización al estilo chino” de la Iglesia Católica, en línea con los ideales socialistas.
Recientemente, Mons. Shen impartió un seminario diocesano del 4 al 6 de noviembre sobre la “sinización de la religión en Shanghái”. Según un informe de Bitter Winter, los católicos de esa ciudad china que asistieron al seminario contaron que el obispo “no habló para nada del Sínodo vaticano de la Sinodalidad, ni del Papa Francisco ni sus documentos recientes”.
En cambio, dijeron varias fuentes, Mons. Shen “se centró en la ‘sinización’, lo que como ahora está claro no significa adaptar la religión a las costumbres chinas, sino a la ideología del PCCh [Partido Comunista Chino]”.
“Un optimista podría objetar que el obispo Shen Bin no dijo explícitamente a los católicos que ‘no’ escuchan las enseñanzas del Papa, que se oponen a las ideas del PCCh en cuestiones clave como el aborto y el papel de la religión en la sociedad. Pero para un obispo, ignorar al Papa y sus documentos en eventos tan solemnes equivale a rechazarlos”, precisó Bitter Winter, publicación que se centra en la persecución contra los cristianos en China.
Desde que llegó al poder en 2013, el presidente chino Xi Jinping ha ordenado la “sinización” de todas las religiones en China, una medida que la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) ha llamado “una estrategia de largo alcance para controlar, gobernar y manipular todos los aspectos de la fe en un molde socialista infundido con 'características chinas'”.