El Papa Francisco ha designado al Cardenal estadounidense Kevin Farrell para supervisar la “nueva e inevitable” reforma del sistema de pensiones del Vaticano, que se enfrenta a un “grave desequilibrio potencial” que significa que los cambios ya no pueden posponerse.
En una carta del 21 de noviembre a los cardenales, prefectos de dicasterio y administradores de la Curia Romana, el Papa subrayó la gravedad de la insostenibilidad del fondo de pensiones del Vaticano y señaló que la solución requerirá decisiones difíciles, “especial sensibilidad, generosidad y voluntad de sacrificio por parte de todos”.
Para abordar los desafíos, el Pontífice dijo que había dado un “paso esencial” al nombrar al Cardenal Farrell “administrador único” del fondo.
El Cardenal Farrell, de 77 años, es prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida del Vaticano, así como camarlengo de la Santa Romana Iglesia y presidente de la Comisión de Asuntos Reservados.
El cardenal nacido en Irlanda, que fue Obispo de Dallas, Texas (Estados Unidos) durante nueve años antes de su traslado a Roma, también preside el Comité de Inversiones desde 2022.
En sus funciones en la Comisión de Asuntos Reservados, el Cardenal Farrell es responsable de autorizar la confidencialidad de las acciones económicas de la Curia Romana, si es necesario “por el bien mayor de la Iglesia”, según la constitución apostólica Praedicate Evangelium.