13 de diciembre de 2024 Donar
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De Malta a Perú: La inspiradora misión del “Obispo de San José” en los Andes

Monseñor Giovanni Cefai, primer obispo de la Prelatura de Huancané, en la región Puno, Perú./ Crédito: Cortesía de la Prelatura de Huancané

En las alturas del altiplano peruano, donde el frío corta como cuchillo y la pobreza es pan de cada día, un obispo maltés ha encontrado en San José la fuerza para transformar vidas.

Con una fe inquebrantable y proyectos audaces, monseñor Giovanni Cefai está escribiendo una historia de esperanza que trasciende fronteras y toca el corazón de los más necesitados en Perú, donde lleva 25 años sirviendo.

Mons. Giovanni Cefai visitando a una mujer campesina en Huancané. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Siempre recurrí a la devoción a San José. Es mi santo, mi santo preferido, mi santo personal, desde muy pequeño, gracias a mis padres que me lo inculcaron mucho”, contó en entrevista con ACI Prensa.

El obispo maltés de 56 años, perteneciente a la Sociedad Misionera de San Pablo (MSSP), y que desde 2019 lidera la prelatura territorial de Santiago Apóstol de Huancané, en la región Puno, ha compartido cómo su vida y ministerio han buscado imitar la humildad, la obediencia y el silencio que caracterizan a San José.

Mons. Giovanni Cefai y la imagen de San José. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

La labor de Mons. Cefai no ha sido sencilla. En Huancané, con sólo 16 sacerdotes diocesanos, debe atender 22 parroquias y servir a alrededor de 200.000 habitantes en un extenso territorio que incluye selvas, montañas andinas con terrenos difíciles y agrestes, así como comunidades a orillas del lago Titicaca.

La prelatura en Huancané, sufragánea de la Arquidiócesis de Arequipa, en el sur del país, no sólo afronta múltiples dificultades geográficas, sino socioeconómicas. Según un estudio del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la región de Puno presenta un alto índice de pobreza, que afecta entre el 39,4% y el 43,3% de su población.

Mons. Giovanni Cefai visitando a las comunidades campesinas de Huancané. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Desde su llegada al Perú en 2001, el prelado ha trabajado incansablemente para marcar la diferencia, impulsando proyectos de ayuda a cientos de familias que enfrentan el hambre, siempre confiando en la Providencia y guiado por su devoción a San José.

Una devoción inculcada desde la infancia

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Desde pequeño, Mons. Cefai fue formado en la devoción a San José gracias a sus padres, quienes le enseñaron a acudir al santo tanto en momentos de alegría como en las dificultades. 

“Hemos pasado por momentos difíciles rezando y pidiendo a San José para que nos ayude, nos acompañe e interceda por nosotros”, recuerda. Además, en la parroquia a la que asistía en el pueblo de Żebbuġ, Diócesis de Gozo, la figura de San José ocupaba un lugar especial, con novenas y procesiones anuales en su honor el 19 de marzo.

Mons. Giovanni Cefai otorgando víveres a las comunidades campesinas. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Entre las historias familiares, Mons. Cefai recuerda una que le contaban sus padres antes de dormir: la anécdota de San José ayudando a las almas del purgatorio a entrar al cielo, lo que le ganó el título de protector de una buena muerte. 

“San José es muy famoso por acompañar a las almas devotas para que tengan una transición serena y reconciliada con Dios, incluyendo la visita de un sacerdote”, relata.

Mons. Giovanni Cefai recibe un presente de la comunidad campesina tras la celebración de la Misa. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

La admiración por el “silencio” de San José

Para Mons. Cefai, el “silencio de San José” es una de sus virtudes más admirables. “Cumplía la voluntad de Dios, aunque a veces no entendiera exactamente cuál era”, reflexionó. 

Este silencio, según explicó, estaba lleno de confianza en la Providencia. “En sus sueños profundos, reflexionaba y estaba conectado continuamente con Dios, quien le revelaba su voluntad para proteger a la Sagrada Familia”.

Estas virtudes —la obediencia, la humildad y el amor en el cumplimiento de su misión— inspiran a Mons. Cefai en su labor pastoral.

Mons. Giovanni Cefai bendiciendo a una mujer campesina. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Una misión marcada por la Providencia

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El deseo de ser misionero desde una edad muy temprana lo llevó a ingresar en 1984 a la MSSP en Malta, una comunidad profundamente devota de San José. Fue allí donde comprendió el papel de la Providencia.

“Recuerdo a mis superiores siempre pidiendo su intercesión, especialmente para nuestras obras. La Providencia nunca nos faltó. Aunque no teníamos ingresos fijos, nunca carecimos de lo necesario”, relató.

Mons. Giovanni Cefai ayudando con la alimentación de los animales de granja. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Ese mismo espíritu lo acompañó en su misión en Perú, que inició en 2001. Sirvió primero como párroco de la Iglesia de Santa Cruz en Arequipa entre 2002 y 2013, donde lideró proyectos de gran impacto social, como comedores populares, clínicas y centros de catequesis.

“Siempre recurrí a la devoción a San José. En Arequipa construí una casa de retiro en su honor, conocida como la Casa de San José. Le dije al santo: ‘Si me ayudas, haré esta casa en tu honor’. Y la obra se completó gracias a su intercesión”, explicó a ACI Prensa.

Un legado en Huancané: La Villa San José y otros proyectos de caridad

En la actualidad, Mons. Cefai continúa su labor en Huancané con proyectos que buscan mejorar la vida de las comunidades locales. Entre ellos destaca la construcción de la Villa San José, un complejo que incluirá una clínica, un colegio, una casa de retiro y espacios recreativos para familias. 

“Es un proyecto ambicioso, pero confío en que, por ser en su nombre, crecerá”, afirmó.

Mons. Giovanni Cefai otorgando víveres a los estudiantes del Colegio San José de Huancané. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

El obispo maltés ha enfrentado múltiples desafíos en su labor en Puno, especialmente por las duras condiciones climáticas de la región. Con temperaturas que en invierno pueden llegar a los 10 grados bajo cero, organiza campañas de recolección de frazadas (mantas) y ropa, además de visitar personalmente a las familias para brindarles el apoyo.

La prelatura cuenta también con una ambulancia móvil para realizar campañas médicas en zonas rurales, donde la demanda es enorme. Gracias a los donantes, cada mes este programa organiza campañas en 12 comunidades, colaborando con las autoridades locales para identificar casos prioritarios, como niños con problemas médicos, odontológicos o psicológicos. 

Cada campaña tiene una capacidad limitada de 100 a 120 personas debido al tiempo que requiere cada atención: entre 10 y 15 minutos para medicina general, 30 minutos para psicología, y procedimientos básicos de odontología. Además de la atención, entregan medicamentos para asegurar el tratamiento continuo. Actualmente, Mons. Cefai trabaja en un proyecto para establecer una clínica odontológica que permita ofrecer tratamientos más completos.

También ha impulsado la creación de comedores populares y un colegio  durante su gobierno pastoral.

Comedor popular en Huancané para niños y ancianos. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Según información de la Prelatura compartida con ACI Prensa, la Iglesia local gestiona tres comedores parroquiales distribuidos en las localidades Rosaspata, Sandia y Huancané, todos dedicados a brindar atención a ancianos y niños. En este último, el comedor principal, se da alimentación a unas 80 personas diariamente.

El Colegio San José de Huancané, inaugurado este año, cuenta con 50 alumnos, aunque la falta de espacio ha limitado su capacidad. Actualmente, funcionan tres aulas para inicial y primaria. No obstante, Mons. Cefai gestiona la construcción de seis aulas adicionales, que se espera estén listas para marzo o abril del próximo año.

Mons. Cefai junto a los niños del Colegio San José de Huancané. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

En su día a día, Mons. Cefai también se dedica a visitar hospitales y compartir momentos fraternos con las familias locales, muchas de ellas afectadas por la pobreza extrema. También ha impulsado el cultivo de café, una alternativa para evitar que los pobladores recurran a actividades como la minería ilegal y el narcotráfico.

Mons. Giovanni Cefai impulsando el cultivo de café. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

En declaraciones a ACI Prensa, Alex Tapia, asesor y administrador de la Prelatura, calificó a Mons. Cefai como “un obispo misionero profundamente comprometido con su pueblo y con la obra que Dios le ha encomendado”. 

“Tuve la gracia de acompañarlo desde el inicio de su misión, literalmente comenzando desde cero. Es un hombre soñador, con una visión enorme. Sueña con hacer grandes cosas y, a veces, su entusiasmo le quita el sueño, porque está siempre pensando en proyectos para el bien de la gente”, expresó. 

Según Tapia, el compromiso del prelado “no se queda en las palabras”, sino que puede verse en sus acciones. “No tiene problema en subirse a su camioneta y recorrer la selva, visitar parroquias e incluso actuar como un párroco más. Es un líder que vive el contacto directo con las personas, atendiendo sus necesidades y preocupaciones”.

Mons. Giovanni Cefai recorriendo cada rincón de la Prelatura para llevar el "cariño" de Dios. Crédito: Cortesía de Prelatura de Huancané

Uno de los desafíos más grandes para Mons. Cefai, apuntó Tapia, ocurrió durante la pandemia de COVID-19, en 2020, tiempo en el que la oración jugó un papel fundamental. En medio de las múltiples dificultades, como la paralización de proyectos, el estrés del equipo y las muertes, la fe se convirtió en una fuente de fortaleza y esperanza. “Rezamos bastante, bastante”, compartió.

A pesar de estar contagiados, incluyendo a Mons. Cefai, no dejaron de cumplir con su misión de atender a los más necesitados.“Con su mascarilla puesta, Monseñor salía, tenía que ir a ver a la gente, dar apoyo, hacer gestiones. Esa es la imagen que siempre me quedará grabada en mi mente”, concluyó.

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