La Jornada Mundial de los Pobres se ha convertido en uno de los eventos más significativos del calendario vaticano. Desde que fue instituida por el Papa Francisco en 2017, se han desarrollado numerosas iniciativas en favor de los más necesitados.
Este año, el evento estuvo marcado por un gesto personal del Santo Padre: la donación de un par de sus propios zapatos a Giuseppe, un hombre sin hogar que lleva años viviendo en las calles de Roma.
La semana pasada, el Santo Padre recibió un par de zapatos nuevos de la talla 42. En vistas a esta jornada, que se celebró ayer 17 de noviembre, el Pontífice los entregó a la Limosnería Apostólica o Dicasterio para la Caridad, para que fueran destinados a quien los necesitara.
Así lo relató el prefecto del dicasterio, el Cardenal Konrad Krajewski, a Vatican News. Giuseppe se presentó en la oficina de la Limosnería y pidió unos zapatos nuevos, ya que los suyos estaban completamente desgastados.
“Inmediatamente recibió los zapatos del Santo Padre”, explicó el cardenal. Además de la misma talla de pie, Giuseppe y el Papa Francisco compartieron un momento especial: un multitudinario almuerzo en el Aula Pablo VI junto a 1.300 personas necesitadas.
Esta jornada estuvo marcada por otras iniciativas solidarias, como la ampliación del horario del ambulatorio situado bajo la columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro y que cada día atiende a 150 personas sin hogar.