“La esperanza no defrauda nunca”: el Papa Francisco publica un nuevo libro en el marco del Jubileo

Haciendo alusión a la guerra en Ucrania, ensalza la acogida de refugiados en Europa y también menciona la grave situación en Gaza, señalando que algunos expertos califican lo ocurrido como “un genocidio” y exhorta a investigar esta cuestión.

Posa asimismo su mirada sobre África, denunciando el “colonialismo económico” y llamando a los gobernantes a “ejercer la buena política” y a actuar de forma “transparente, honesta, con visión de futuro y al servicio de todos”, especialmente de los más vulnerables. 

El Papa Francisco resalta también la importancia de promover una migración “bien gestionada”, que podría ayudar a resolver “la grave crisis provocada por la baja natalidad”, especialmente en Europa, siempre que se garantice el desarrollo integral de los migrantes y dejen de ser considerados “ciudadanos de segunda clase”.

El Pontífice deposita su esperanza en el diálogo intergeneracional para promover el cuidado de “la casa común”, al tiempo que elogia las iniciativas llevadas a cabo por los jóvenes para lograr “un mundo más justo y respetuoso con el medio ambiente”.

Advierte asimismo que “quien no conoce la propia historia está condenado a repetirla”, haciendo alusión a la “tercera guerra mundial a pedazos” cuyo epicentro es Europa.

En el texto ofrecido por el diario italiano, el Santo Padre precisa también que “la esperanza siempre tiene rostro humano” y que el próximo Jubileo 2025 será el primero que estará marcado por las nuevas tecnologías y tendrá lugar “en medio de una emergencia climática como la que vivimos actualmente”.

Pide por ello adoptar estilos de vida sostenibles, reflexionar sobre el impacto ético de las tecnologías y responder al “grito de la Tierra”.

El Papa Francisco concluye en este extracto de su libro con una invitación a ser “peregrinos de esperanza” y recuerda que “el camino del peregrino no es un acontecimiento individual, sino comunitario; marca la impronta de un dinamismo creciente que tiende cada vez más hacia la cruz, que nos ofrece siempre la certeza de la presencia y la seguridad de la esperanza”.

Por último, destaca que la esperanza debe ser “el ancla y la vela” que guían hacia un futuro “más fraterno con el que soñamos, donde la dignidad del ser humano prevalezca sobre todas las divisiones y esté en armonía con la Madre Tierra”.