Siguiendo una costumbrada iniciada hace ocho años, este 17 de noviembre el Papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI a 1.300 invitados para compartir el almuerzo con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres.
La comida tuvo lugar después de la Misa que el Pontífice celebró en la Basílica de San Pedro, y fue organizada por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad y corrió a cargo de la Cruz Roja Italiana.
Según informó Vatican News, el Cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, explicó que celebrar esta jornada significa seguir a Jesús y “pensar del mismo modo que indica el Evangelio, porque eso es lo que Cristo habría hecho y, por tanto, eso es lo que haremos también nosotros”.
Para este año, el Papa Francisco eligió el tema “La oración de los pobres asciende hasta Dios”, y la jornada estuvo precedida “de numerosas iniciativas de atención a los pobres, como el ambulatorio situado bajo la columnata Bernini, abierto todos los días y que acoge diariamente a unas 150 personas sin hogar”, indico el medio vaticano.
Uno de los invitados fue un hombre de Palermo, huésped del Palacio Migliori, la residencia para personas sin hogar cercana a la Basílica de San Pedro. La persona relató a la sección italiana de Vatican News que tenía un trabajo y una familia. Sin embargo, hace poco sufrió un derrame cerebral, la Comunidad de Sant'Egidio lo alejó de la calle.