El Cardenal Angelo Becciu, que trabajó en un puesto clave en el Vaticano y que está apelando su condena del año pasado por malversación de fondos, rechazó las recientes afirmaciones del director editorial del Vaticano, criticando su “tono vagamente moralista” y destacado que “estamos tratando con un juicio penal, no un juicio para dar lecciones”.
En un comentario publicado en el diario del Vaticano, L'Osservatore Romano y Vatican News el 11 de noviembre, el ex Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano dijo que un editorial del 30 de octubre de Andrea Tornielli lo “sorprendió”, ya que había apreciado el “equilibrio y la precisión” de Vatican News durante el juicio.
Tornielli, alto funcionario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, había escrito su reacción, publicada en L'Osservatore Romano y Vatican News, a la publicación del Tribunal del Vaticano sobre sus razones para condenar al Cardenal Becciu y otros acusados, por estar involucrados en la venta de una propiedad vaticana en Londres que supuso una gran pérdida para la Santa Sede, estimada en 200 millones de euros.
Tras tres años de vistas, el tribunal declaró al Cardenal Becciu culpable de tres cargos de malversación de fondos y lo condenó a cinco años y seis meses de prisión. También fue multado e inhabilitado permanentemente para ejercer cargos públicos. Becciu fue el primer cardenal juzgado por un tribunal vaticano.
El director editorial del Vaticano hizo dos observaciones principales en su análisis de la sentencia: en primer lugar, que el juicio fue justo, contrario a las críticas del Cardenal Becciu y los demás acusados, y, en segundo lugar, que demostró la necesidad de que los prelados y los responsables de las finanzas vaticanas rindan cuentas de sus actos.
Tornielli, que no nombró explícitamente al Cardenal Becciu en el editorial, destacó que los acusados tuvieron una “amplia posibilidad” de elaborar su defensa y que los hechos y documentos relativos al caso fueron examinados “sin omitir nada”. El principio de “igualdad de armas” había quedado “plenamente garantizado”, afirmó, y se había celebrado un “juicio justo con derecho de defensa y presunción de inocencia”.