¿Es la soltería una vocación? ¿Vive el soltero una vocación frustrada? ¿Puede Dios llamar a algunos a permanecer solteros? Sacerdotes expertos en matrimonio y familia reflexionan sobre esta cuestión y acerca de la vocación innata y fundamental: la vocación al amor.
La soltería no es una vocación… ¿Por qué?
El P. Juan de Dios Larrú, presidente de la Asociación Persona y Familia, dedicada a la formación, investigación y promoción social sobre el matrimonio y la familia, afirma que la soltería “no es una vocación”.
En conversación con ACI Prensa, explicó que “existe la vocación al amor. Todos estamos llamados al amor. Evidentemente, esta vocación al amor se declina para cada uno en una modalidad concreta: el matrimonio o la virginidad. En sentido estricto, no hay una vocación a la soltería”.
Ante esto, el también Catedrático de Moral Fundamental y Vida cristiana, Vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad San Dámaso y Director de la Revista Española de Teología, advirtió que hay dos peligros: “El primero es interpretar el amor como una intensa atracción emotiva hacia otra persona; y, el segundo, entender la vocación como un oficio, una función que Dios nos encomienda y que tenemos que cumplir”.
El término vocación, añadió, “siempre está unido al amor” y por ello “toda la vida es vocación, porque estamos llamados a ser amados y amar”.