La Iglesia Católica lamentó la muerte de dos hermanos menores de edad víctimas de disparos el 9 de noviembre cerca de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en la comunidad del Entabladero, municipio del Espinal, Veracruz (México).
La Fiscal General del Estado de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, confirmó que fiscales, peritos y policías ministeriales trabajan para esclarecer los hechos y dar con el paradero de los responsables del asesinato, y dijo que "no habrá impunidad".
Versiones de medios locales aseguraron que los hermanos asesinados eran monaguillos de la parroquia. De acuerdo al Centro Católico Multimedial, órgano que sigue de cerca la violencia contra la Iglesia en México, uno de los menores “era monaguillo y el otro ayudaba a su mamá en el trabajo de la limpieza de la iglesia”.
El vocero de la Diócesis de Papantla, P. Lorenzo Rivas Fuentes, dijo a ACI Prensa que uno de los menores “fue monaguillo hace años”, mientras que el otro “era una persona que pertenecía a un grupo juvenil” de la parroquia.
El P. Rivas también explicó que el crimen no ocurrió dentro del templo católico, como informaron algunos medios locales, sino que se produjo en una plaza cercana.
La madre de los jóvenes fallecidos era hasta hace unos días la encargada de preparar los alimentos para el párroco, agregó el vocero de la diócesis mexicana.