Con una Misa en su Basílica, el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, presidió los festejos por el 250º aniversario de la proclamación de la Virgen de Guadalupe como Patrona del país.
Junto al Nuncio Apostólico en el país, Mons. Giuseppe Bertello, el Cardenal Rivera Carrera hizo votos para que la Madre siga acompañando el camino a la unión, concordia, mutuo respeto y paz de los mexicanos.
El Purpurado recordó que la devoción por la Virgen experimentó su auge en 1736, cuando miles de enfermos llegaron a pedirle alivio por la epidemia de fiebre amarilla que ocasionó la muerte de más de 200 mil mexicanos.
En esta coyuntura se decidió, el 11 de febrero de 1737, declarar "patrona principal de esta ciudad a Nuestra Señora la Virgen Santísima en su admirable imagen de Guadalupe".
El Cardenal Rivera recordó que el 12 de diciembre de 1746 se promulgó el juramento de la Virgen de los mexicanos y el pueblo actuó por primera vez como nación al pedir al Papa Benedicto XIV la declaración de la Virgen de Guadalupe como patrona de México en 1754.
Después de la Misa, el Arzobispo inauguró la exposición pictórica "Zodiaco mariano", conformada por 44 piezas de la segunda mitad del siglo XVIII que ahora se exhiben en el Museo de la Basílica.