Un sacerdote de Burkina Faso pide oraciones tras tres nuevos atentados en el país, que han causado la muerte de varias personas y graves daños materiales, según explica la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés).
“Los ataques se multiplican. Nos encomendamos a sus fervientes oraciones. Recen por las víctimas y por los supervivientes que se sienten atemorizados”, comunicó el presbítero, quien prefirió quedarse en el anonimato, a ACN.
Estos nuevos ataques se dan después de la masacre ocurrida a inicios de octubre en la localidad de Manni, que dejó más de 150 personas asesinadas y a la que los cristianos del lugar calificaron como “más que horrible”. A pesar de la violencia, la comunidad de creyentes de Manni llegó a asegurar que “aunque los terroristas lo hayan quemado todo, ¡no han quemado nuestra fe!”.
En esta ocasión, más de un centenar de terroristas irrumpieron con disparos en dos pueblos de la parroquia de Saatenga, en el este del país, el 20 de octubre. Una fuente local explicó a ACN que los hombres de estos lugares huyen y se esconden rápidamente porque los terroristas “atacan sobre todo a varones en edad de combatir y no directamente a mujeres, niños o ancianos”.
Sin embargo, durante el ataque “una niña cristiana que intentaba huir de su casa fue asesinada por error porque los terroristas la confundieron con un adulto”, informó la misma fuente, que también prefiere permanecer anónima por miedo a represalias.
“Cuando llegan, los extremistas matan a toda la población o, después de asesinar a varias personas al azar para demostrar que van en serio, obligan a la gente a abandonar sus casas antes de que anochezca”, comentó a ACN otro sacerdote a finales de octubre, el P. André Poré, del departamento de Rollo.