En una audiencia en el Vaticano con religiosas del Convento de Agustinas de Talavera de la Reina (España), el Papa Francisco volvió a expresar su cercanía a Valencia, donde varias localidades han sido golpeadas por unas graves inundaciones que han dejado 200 víctimas mortales, desaparecidos e incalculables pérdidas materiales.
“Estos días estoy muy cerca de España por la tragedia de Valencia”, afirmó el Santo Padre, al tiempo que recordó que en la Audiencia General de ayer rezó ante la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.
“Están sufriendo tanto allí, tanto. Y ahora parece que Barcelona también está con un poco de problemas, nada más que como ya están un poco duchos en cómo manejar la cosa, están haciendo, están reprimiendo”, señaló a continuación.
Ante esta grave situación, el Santo Padre dio a las religiosas agustinas un consejo: “Siempre tener en el corazón las necesidades de los demás”.
“¿Ustedes saben que hay gente que no tiene trabajo? Y cuando alguno va a quejarse de que tiene mucho trabajo, piense en los que no lo tienen. Hay gente que no puede pagar el alquiler y que la van a desalojar, y cuando entra en el convento, en la casa parroquial, piense que ‘la tengo gratis’. Cuando uno en su casa parroquial, en su convento, los días de nieve o de lluvia está abrigadito, piense que hay gente que duerme al aire libre, bajo cualquier cosa”.
El Pontífice también pidió a las religiosas que se conviertan en “ejemplo de vida interior” y que sean “maestras en el arte de la oración”.