Ante el avance de la iniciativa que “busca la despenalización total del aborto” en Ciudad de México, la Iglesia Católica en el país expresó su rechazo y preocupación, señalando que, como pastores, no pueden “permanecer en silencio” ante lo que consideran una amenaza al derecho fundamental a la vida.
El 4 de noviembre, las comisiones de Administración y Procuración de Justicia y de Igualdad de Género del Congreso de Ciudad de México votaron a favor de la propuesta que busca eliminar los artículos del Código Penal que penalizan el aborto voluntario, manteniendo únicamente como punibles los casos de aborto forzado.
Se espera que el jueves 7 de noviembre el dictamen sea presentado ante el pleno para su aprobación.
A través de un comunicado publicado hoy, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que, contrario a lo que señalan quienes defienden la medida, eliminar el límite actual de las doce semanas de gestación —ya permitido en Ciudad de México— “abriría la puerta a la terminación del embarazo en cualquier momento”.
Asimismo, los obispos indicaron que esta medida “pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres al crear la falsa percepción de que el aborto es seguro y la única opción ante un embarazo en circunstancias difíciles”.