En las vísperas de la conmemoración de los fieles difuntos —conocida en México como Día de Muertos—, se inauguró en la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, el “Memorial Papa Francisco”, la noche del 1 de noviembre.
Se trata, explica la Arquidiócesis Primada de México, de “un proyecto multiplataforma que busca conservar la memoria de nuestros difuntos y generar propuestas para beneficiar a los ancianos vulnerables”.
También apunta a ser “una muestra concreta de la transmisión de la fe entre las nuevas generaciones”.
Para la inauguración, en el marco del Día de Muertos, se realizó en el atrio de la Basílica de Guadalupe una magna ofrenda o altar de muertos, una tradición en México que tiene orígenes cristianos e influencias precolombinas.
Tras concluir el rezo de las segundas Vísperas, presididas por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, Emilio Vega, presidente del Memorial Papa Francisco, destacó que era “un día para agradecer”, especialmente al Papa Francisco, quien “teniendo muchas opciones ha elegido a México para que sea el país donde empiece el memorial y de aquí nos vayamos a otros lugares”.
“Ojalá que este memorial sirva, entre otras muchas cosas, para ayudar a toda esta gente que necesita de nuestra ayuda”, dijo.