Mons. João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos del Evangelio, falleció este 1 de noviembre “alrededor de las 2:30 a.m.”, en São Paulo (Brasil) a la edad de 85 años, después de 14 años de “sufrir un derrame cerebral”, de acuerdo a un comunicado de la institución.
“Como fundador de los Heraldos del Evangelio, deja un legado de santidad de vida a millones de católicos vinculados a la institución en los cinco continentes”, dijeron los Heraldos del Evangelio en su comunicado.
La asociación celebró hoy una Misa, con el inicio de la vigilia fúnebre de Mons. Clá Dias a las 14:00 horas (hora de Brasilia). El 2 de noviembre también habrá otra Misa a las 17:00 horas que se podrá seguir en este enlace. La última Misa de despedida del fundador de los Heraldos del Evangelio se celebrará el domingo 3 de noviembre a las 15:00 horas. La celebración se puede seguir en este enlace.
João Scognamiglio Clá Dias nació el 15 de agosto de 1939 en São Paulo. El 7 de julio de 1956 conoció a Plínio Corrêa de Oliveira, fundador de la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP) y, según los Heraldos, “se convirtió en un ardiente discípulo y fiel intérprete” de su pensamiento y obra. En 1958, sirvió en el ejército brasileño y recibió la medalla Marechal Hermes, el honor militar más distinguido en el ámbito de la formación. Estudió Derecho en la Facultad de Largo São Francisco, en São Paulo, y luego realizó el doctorado en Teología y Derecho Canónico. Fundó el Instituto Filosófico Aristotélico-Tomista y el Instituto Teológico São Tomás de Aquino, además de la revista científica Lumen Veritatis y la revista de cultura católica Heraldos del Evangelio.
Durante este período escribió 27 obras, varias de las cuales fueron traducidas a siete idiomas y algunas con una tirada superior a los dos millones de ejemplares, como: Fátima, aurora del tercer milenio; ¡Santa María! El Paraíso de Dios revelado a los hombres; San José, ¿quién lo conoce?; Lo inédito sobre los Evangelios; Doña Lucilia y El don de la sabiduría en la mente, vida y obra de Plinio Corrêa de Oliveira. También impulsó la construcción de iglesias en Brasil y otros países de América, Europa y África.
En 1970, basándose en los deseos de Plinio, quiso establecer una asociación de carácter religioso, aprobada por la Iglesia y a su servicio. Tuvo una experiencia de vida comunitaria en una antigua propiedad benedictina en São Paulo. En 1995, después de la muerte de Plinio, creó tres entidades de derecho pontificio: la Asociación Privada Internacional de Fieles Heraldos del Evangelio, aprobada en 2001 por el Papa San Juan Pablo II, la Sociedad Clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli y la Sociedad Femenina de Vida Apostólica Regina Virginum, ambas aprobadas en 2009 por el Papa Benedicto XVI.