En Cuba, dos hermanas católicas están marcando la diferencia tras el impacto del huracán Óscar en el municipio de Imías, en la oriental provincia de Guantánamo, al tomar la iniciativa de llevar alimentos a sus vecinos damnificados quienes lo perdieron todo.
Enfrentándose a caminos inundados y obstaculizados por árboles caídos, Dainelis y Mailié, jóvenes de la parroquia Santa Rosa de Lima en Mías, de la Diócesis de Guantánamo-Baracoa, consiguieron alimentos tras subirse a una grúa que atravesó la carretera que conecta a los municipios de San Antonio del Sur con Imías. Los alimentos tuvieron principalmente como destinatarios a ancianos con necesidades de cuidado, discapacitados y niños.
“Es un sentimiento de afinidad con las demás personas que están en esa situación, saber que uno puede ponerse en la piel de esas personas y entender que nos pasó prácticamente lo mismo, y que incluso pudo haber sido peor”, compartió Dainelis en una entrevista compartida por Cáritas Cuba a ACI Prensa el 30 de octubre.
Las inundaciones y los vientos de 120 km/h causaron severos daños, incluyendo derrumbes de casas. Además, la prensa estatal ha informado que ocho personas perdieron la vida a causa del desastre natural.
“Hubo varias inundaciones; hubo casas que fueron derrumbadas totalmente, no solamente en el poblado de Mías, sino también en Yacabo Abajo, Macambo, y la zona de la playa, que quedó bien dañada y destruida. Estábamos incomunicados con el municipio de San Antonio”, explicó Dainelis.
Ambas relataron que el sacerdote que atiende la parroquia en Mías y en San Antonio tuvo que atravesar un puente en reparación para llevar donaciones a las áreas más afectadas. Ellas, por su parte, tuvieron que subirse a una grúa, para poder cruzar al otro lado del puente y recibir las donaciones. “Las llevamos a la comunidad más afectada en ese momento, que era Yacabo Abajo”, relata Mailié.