MADRID,
El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Angelo Amato, afirmó en Santiago de Compostela que tanto el valor absoluto de la persona como la dimensión de lo religioso cristiano son dos fundamentos de las raíces espirituales de Europa que no deben ser olvidados.
Para el Arzobispo vaticano "hace falta sacar del olvido contemporáneo dos fundamentos de las raíces espirituales de Europa recobrando el valor absoluto de la persona y la dimensión de lo religioso cristiano".
En una ponencia ofrecida durante 10º Jornadas de Teología en el Seminario Mayor de la ciudad, Mons. Amato afirmó que Europa no debe olvidar sus raíces cristianas, porque "en estos dos mil años el Cristianismo ha sido un factor incentivante de los valores fundamentales de la dignidad de la persona, de su libertad, de su igualdad".
Mons. Amato recordó las palabras que Juan Pablo II pronunció en Santiago de Compostela en 1982 afirmando que la historia de la formación de las naciones europeas ha ido a la par de su evangelización. "Es el Cristianismo quien ha suscitado en la cultura europea una creatividad extraordinaria, en un continuo y renovado diálogo con el Evangelio, diálogo a veces conflictivo pero siempre fecundo", señaló el secretario de la congregación vaticana aludiendo al mensaje del Papa.
Mons. Amato aseguró que los valores a los que se refiere el preámbulo y el Tratado Constitucional -aprobado por los jefes de Estado reunidos en Bruselas en junio pasado y en donde se desconoce las raíces cristianas de Europa-, son valores humanos y cristianos.
"Si se eliminaran las ciudades, las catedrales, las abadías, las casas y los libros de historia europea, todas las pinturas, las esculturas, los acontecimientos, los personajes y las iniciativas caritativas y sociales, que han tenido origen en las ideas y los valores cristianos, Europa se redescubriría pobre y desnuda, como una aldea arrasada, víctima de un cataclismo epocal. El Cristianismo es el árbol sano de los frutos de la civilización europea", dijo el Arzobispo.