El Papa Francisco recibió hoy a los participantes del XI Congreso Nacional del Movimiento de Compromiso Educativo de la Acción Católica Italiana, a quienes indicó que “es esencial que la educación se fundamente, en su método y en sus fines, en el amor”.
Al inicio de su discurso, pronunciado desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre remarcó el desafío de educar tanto a nivel humano como cristiano.
Educar, para el Pontífice, significa sobre todo “redescubrir y valorar la centralidad de la persona en un contexto relacional donde la dignidad de la vida humana encuentra realización y espacio adecuado para crecer”.
El Santo Padre también hizo referencia al reto al que se enfrenta especialmente la educación cristiana, en medio del “proceso de secularización”. Según el Pontífice, esta “atraviesa terrenos inexplorados, marcados por cambios antropológicos y culturales, a los que seguimos buscando respuestas a la luz de la Palabra de Dios”.
Destacó sin embargo las experiencias positivas “que nos transmiten muchas familias, escuelas, comunidades parroquiales, asociaciones y la misma pedagogía”.