LA HABANA,
El pasado miércoles 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, cerca de 50 procesiones rindieron homenaje en Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre, mientras en el exilio otros miles de cubanos celebraron de diversas maneras a la Patrona de la patria lejana.
Aunque el gobierno cubano permitió al Obispo de Cienfuegos, Mons. Emilio Aranguren, dar una alocución en una radioemisora local, al menos cuatro solicitudes para organizar homenajes a la Virgen fueron denegadas, como el caso de la diócesis de Santa Clara, declaró Oswaldo Márquez, vocero de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).
En el concurrido Santuario de la Virgen en El Cobre, una veintena de esposas, madres e hijas de los 75 disidentes encarcelados por el régimen de Fidel Castro, vestidas de blanco, participaron de la ceremonia principal.
El día previo, las “Damas de Blanco” marcharon también en la procesión que atrajo a más de 15,000 personas y que recorrió 15 cuadras del centro de La Habana tras la imagen de la Virgen, encabezados por el Cardenal Jaime Ortega y Alamino.
“Decidimos reunirnos para pedirle a la Caridad del Cobre la libertad y sólo la libertad de nuestros familiares”, declaró Blanca Reyes, esposa del poeta disidente Raúl Rivero y promotora de la vigilia. Con ellas rezó y realizó peticiones la conocida opositora Martha Beatriz Roque, condenada a 20 años de cárcel y liberada recientemente con una licencia por razones de salud.
Los participantes de la multitudinaria procesión en La Habana caminaron bajo un fuerte calor; mientras que desde los balcones de ruinosas viviendas, centenares de fieles arrojaban flores amarillas al paso de la Virgen.