En las últimas horas la Iglesia Católica ha expresado su consternación por las gravísimas inundaciones sufridas en la costa este de España, en las que han fallecido al menos 95 personas, y ha movilizado una campaña especial de Cáritas.
España ha sufrido en las últimas horas el que es considerado como el mayor desastre natural en su historia contemporánea, que ha azotado de manera prioritaria los territorios de la Archidiócesis de Valencia y las Diócesis de Cuenca y Albacete.
La riada de 1996 en la localidad pirenaica de Biescas, con 89 fallecidos, y la crecida del río Turia de 1957, en la que se calculan entre 80 y 100 pérdidas humanas, están por debajo de la cifra mortal confirmada hasta el momento.
El Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, celebró en la mañana de este miércoles (hora local) una Eucaristía en la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Durante la homilía, el prelado señaló que “los más afectados son los que más cerca debemos de tener en el corazón, como los que más sufren son los que más cerca están en el corazón de una madre”.
Por ello, Mons. Benavent invitó “a todos a orar ante la Santísima Virgen María, en primer lugar, por los que han perdido la vida en esta gran tragedia” y pidió tener presentes a sus familias y a cuantos se han visto afectados.