El Papa Francisco recibió hoy en audiencia a los miembros del “Proyecto Esperanza”, un programa de acompañamiento para la sanación espiritual y emocional de mujeres y hombres que sufren las secuelas tras haber elegido el aborto.
Los miembros de esta iniciativa, expandida por la mayoría de países de Hispanoamérica, ayudan a quienes lo necesitan a recorrer un camino “de reconciliación y perdón” y a experimentar la misericordia de Dios.
Desde 1999, estos “acompañantes” —a quienes el Santo Padre se refirió como “ángeles” — se preocupan por las “otras víctimas del aborto”, aquellos que han decidido acabar con la vida de sus hijos.
Por esta razón surgió el “Proyecto Esperanza”, al ver a mujeres y también hombres que pedían ayuda “con lágrimas en sus ojos y manifestaban la necesidad de saber cómo sobrellevar el dolor insoportable”.
¿Su meta? Ayudar a elaborar su dolor “con la ayuda de profesionales capacitados y a través de un enfoque de acogida, comprensión y confidencialidad, que busca facilitar el encuentro de la madre y el padre con ese hijo que fue víctima de un aborto”.