A más de dos años y medio de la invasión rusa, la Iglesia ha perdido más de la mitad de las parroquias en las regiones que han sido ocupadas, señaló Mons. Maksym Ryabukha, nuevo obispo greco-católico del exarcado de Donetsk.
En declaraciones al diario italiano Avvenire, el prelado de 44 años dijo que “la situación es siempre más preocupante” desde que comenzó la guerra en febrero de 2022.
“Hemos ya perdido más de la mitad de las parroquias. Y, con el ejército ruso que avanza, otras decenas de iglesias fueron evacuadas”, añadió Mons. Ryabukha, cuya diócesis ha quedado dividida a causa de la guerra.
De acuerdo al medio italiano, en las iglesias de Pokrovsk, Mirnohrad y Kostiantynivka —zonas tomadas por las fuerzas rusas—, ya no quedan muebles ni adornos sagrados.
El nuevo obispo del exarcado de Donetsk indicó que los sacerdotes “permanecen cerca de la población y visitan a los refugiados que han abandonado sus hogares”. En su caso, dice que ahora es “un obispo en un tiempo de dolor, de drama, de injusticia, de impotencia” al ver a su Iglesia sufriendo.
Mons. Ryabukha relató que, en las zonas ocupadas por Rusia, “quienes se dicen abiertamente católicos desaparecen: a algunos los fusilan; otros (son) encarcelados. No se tiene el derecho a profesar libremente la fe. Nuestros fieles repiten: ‘Resistimos, pero es como estar encerrados en una prisión’”.