Sin embargo, para Choffnes es importante señalar que “una aplicación móvil que graba tus conversaciones no suele ser la mayor amenaza para la privacidad”.
Después de todo, ya es bien sabido que las empresas de tecnología pueden rastrear y de hecho rastrean el historial de navegación de sus usuarios, el uso de aplicaciones y la ubicación exacta, utilizándolos todos con fines de marketing. Incluso las aplicaciones religiosas a veces han sido sorprendidas explotando los datos de los usuarios de esta manera, señaló.
“Dado lo sensibles y personales que son la religión y la actividad religiosa de uno, creo que esto es una consideración importante para el clero y los feligreses: piénsalo dos veces antes de instalar aplicaciones, intenta leer la letra pequeña si puedes, [y] no concedas permisos que no sean necesarios”, dijo Choffnes.
Y, reiteró: “Apaga tu dispositivo cuando necesites privacidad y concentración”.
¿Prohibir o no prohibir?
El Obispo de Lincoln (Estados Unidos), Mons. James Conley, formalizó este año una nueva política que prohíbe a los sacerdotes usar sus teléfonos inteligentes en el confesionario.
El P. Caleb La Rue, canciller de la Diócesis de Lincoln, dijo a CNA que ha escuchado sobre varias diócesis que implementan políticas similares, específicamente por preocupaciones de privacidad: temores de “accidentalmente tocar [grabar], o en el peor de los casos, un sacerdote que llama sin querer a alguien y transmite la confesión de alguien”.
Sin embargo, el principal impulso para aplicar esta política en la Diócesis de Lincoln no fue en realidad la preocupación por la privacidad, sino más bien que el tiempo de un sacerdote en el confesionario debe ser tranquilo, de oración y libre de distracciones, dijo el P. La Rue.
Dijo que Mons. Conley había estado "alentando firmemente" a los sacerdotes a dejar sus teléfonos inteligentes fuera del confesionario al menos desde 2014, sin llegar tan lejos como para emitir una prohibición formal hasta este año.
"No vas a tener tu teléfono en el altar cuando estés celebrando Misa. ¿Por qué tendrías tu teléfono afuera mientras escuchas confesiones?", preguntó, y agregó que era importante contrarrestar "la percepción de que el sacerdote está navegando por Twitter mientras escucha confesiones".
El P. La Rue reconoció, sin embargo, que a muchos sacerdotes de la Diócesis de Lincoln, incluido él mismo, les gustaba usar los teléfonos inteligentes en el confesionario por razones perfectamente inocentes, como para verificar la hora y buscar oraciones o lecturas de las Escrituras. Los penitentes también suelen llevar sus teléfonos al confesionario porque tienen una lista de sus pecados o porque tienen la oración del Acto de Contrición a mano como referencia.
Al final, sin embargo, el sacerdote explicó que la política busca “eliminar todo lo que pueda interponerse o ser un obstáculo” para “un encuentro auténtico con Cristo”.
“Se trata de mantener los sacramentos como encuentros sagrados con Dios, especialmente la misericordia de Dios en el confesionario”, afirmó.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
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