Una reciente encuesta realizada a profesores de la asignatura de Religión en España constata el perjuicio daño producido a esta materia por la LOMLOE, conocida como Ley Celaá, última norma educativa aprobada en España en 2020, tal y como denunciaron los obispos y la comunidad educativa católica.
El estudio, realizado por el Observatorio de la Religión en la Escuela, ha encuestado a más de 2.000 docentes que imparten esta materia en centros de enseñanza públicos, privados y concertados tras dos años de implantación del nuevo modelo.
En cuanto a la adopción general de la nueva norma educativa, el 85% de los encuestados afirma que no ha producido ninguna mejoría educativa o sólo ha mejorado un poco.
En el caso concreto de la asignatura de Religión, dos de cada tres docentes se consideran bastante o muy de acuerdo con que “la LOMLOE ha supuesto mayores dificultades” para impartirla.
La Ley Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), impulsada por la entonces ministra de Educación, Isabel Celaá, actual embajadora de España ante la Santa Sede, impuso tres condiciones a la asignatura de Religión sobre las que los obispos españoles advertían riesgo de “discriminación ilegal”.
La que a juicio de los profesores más ha afectado a la asignatura es que la calificación obtenida por los alumnos no cuenta para su expediente académico de cara a su ingreso en la universidad. El 87% de los encuestados así lo estima.