Fernando Gutiérrez ha emprendido una peregrinación a pie desde Santo Toribio de Liébana en España, donde se conserva el mayor lignum crucis, hasta Belén, el lugar donde nació Jesucristo: “El Señor no me quería llevar a la vida sin pasar por la cruz”.
El pasado 12 de octubre, este misionero laico español inició un camino de más de 5.000 kilómetros en el que pasará, entre otros lugares, por Lourdes (Francia), Roma y Asís (Italia), Eslovenia, Croacia, Medjugorje (Bosnia y Herzegovina), Albania (la patria natal de Santa Teresa de Calcuta), Bulgaria, Turquía, Siria, Jordania e Israel, hasta llegar a Belén de Judá, donde nació Jesucristo.
Pero su peregrinar vital ha recorrido muchas etapas. Criado en una familia católica, se alejó de Dios en la adolescencia y la juventud. Instalado como periodista en la ciudad española de Melilla (África) se despertó una vocación intrépida, la de reportero de guerra.
“Yo es que soy un poco inconsciente. Soy de esas personas que hasta que no ve los misiles cerca, no sabe lo peligrosos que son”, explica a ACI Prensa por teléfono, mientras hace un alto en el camino en las costas cantábricas españolas.
También surgió, cada vez con mayor insistencia, una pregunta a Dios por el significado del sufrimiento que veía ante sus ojos. A los 30 años, tras una confesión, se fue a Calcuta, con las Misioneras de la Caridad.