A medida que el Vaticano se acerca al final de la fase de discernimiento global de cuatro años del Sínodo de la Sinodalidad, los delegados africanos de alto rango que participaron en las reuniones de este año compartieron sus perspectivas sobre la ruta de “caminar juntos como Pueblo de Dios” y su impacto en la vida de la Iglesia en África.
El cardenal congoleño Fridolin Ambongo Besungu, presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), expresó el martes a los periodistas su satisfacción con las conversaciones sinodales globales de este año que tienen lugar en el Vaticano.
“Debo decir que estoy contento con el Sínodo, que ha sido convocado para desarrollar una nueva forma de ser Iglesia y no para resolver problemas específicos que existen en la Iglesia”, dijo el Cardenal Ambongo durante la rueda de prensa del 22 de octubre.
Pero, ¿cómo ha impactado realmente el Sínodo de la Sinodalidad en la Iglesia Católica en África? Y, a su vez, ¿cómo ha impactado la Iglesia en África en el proceso sinodal global, cuando proporcionalmente pocos africanos están participando en la sesión del 2 al 27 de octubre en el Vaticano?
Las pequeñas comunidades cristianas: Una Iglesia de base
El arzobispo Andrew Nkea Fuanya, de Camerún, dijo a los periodistas en la rueda de prensa que la sinodalidad es un “signo escatológico” en la Iglesia de hoy y subrayó la importancia de las pequeñas comunidades cristianas como “un tesoro muy grande para África”.