Un denunciante del FBI que pasó dos años luchando para recuperar su autorización de seguridad después de cuestionar el liderazgo de la agencia comentó a CNA —agencia de noticias en inglés de EWTN News— que su fe católica y su deseo de servir al público motivaron sus acciones.
“Me sentí reafirmado en mis acciones por el Espíritu Santo”, afirmó a CNA Marcus Allen, el denunciante del FBI.
Allen, que sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos de 2000 a 2005, ha tenido una autorización de seguridad Top Secret desde 2001, con la excepción de los dos años en que estuvo suspendida. Se incorporó al FBI en 2015 como especialista en operaciones de personal. En 2019, fue el empleado del año en la Oficina de Campo de Charlotte.
En marzo de 2022, el FBI suspendió la autorización de seguridad de Allen. Según él mismo, esta medida disciplinaria fue resultado de las preocupaciones que había planteado a sus supervisores sobre el testimonio del director del FBI, Christopher Wray, acerca de los hechos del 6 de enero de 2021. Compartió que considera que la medida también fue resultado de su negativa a recibir la vacuna contra el COVID-19.
El 6 de enero de 2021, una multitud de manifestantes simpatizantes del presidente Donald Trump penetró en el edificio del Capitolio mientras el Congreso debatía la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, lo que provocó la evacuación de los legisladores y la muerte de 5 personas en el hecho.
Según el FBI, Allen fue suspendido debido a “preocupaciones de seguridad” relacionadas con su “lealtad a los Estados Unidos” y su “conducta personal”.