Arzobispo de Sydney: El Sínodo de la Sinodalidad no puede “reinventar la fe católica”

Después de tres años de consultas a nivel local y universal, a finales de este mes la Iglesia Católica concluirá un proceso de discernimiento sobre cómo ser más sinodal y más misionera.

Mons. Fisher dijo a EWTN News Nightly que está “muy preocupado” de que los católicos “se aferren al depósito de la fe, la tradición apostólica, que no imaginamos, en la vanidad de nuestra época, que vamos a reinventar la fe católica o la Iglesia Católica”.

“De hecho, este es un tremendo tesoro que hemos recibido de generación tras generación antes de nosotros, desde Nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles. Y estamos aquí para transmitirlo fielmente a las próximas generaciones”, señaló.

El arzobispo explicó que nuestra comprensión del depósito de la fe se ha desarrollado con el tiempo y continuará desarrollándose. También consideró una característica emocionante de la Iglesia el haber “logrado tener una gran variedad de culturas y diferentes formas de orar y diferentes formas de evangelizar, y sin embargo nos mantenemos unidos como uno solo en Cristo”.

“Pero es una única fe, y para mí es importante, viniendo de las periferias de la Iglesia en Australia, tan lejos como se puede estar de Roma en el mundo”, manifestó, y agregó que “es la única Iglesia, es la única fe y queremos seguir celebrándola incluso en medio de nuestra diversidad cultural”.

Cambios en debate

El Arzobispo de Sydney dijo que una de las cuestiones importantes que el Sínodo está debatiendo esta semana es cuál es “el alcance y cuáles son los límites de lo local y lo cultural” en la Iglesia Católica universal.

El Sínodo de la Sinodalidad está discutiendo del 15 al 18 de octubre la tercera y última parte del Instrumentum Laboris. La última semana de la reunión, que termina el 27 de octubre, será para redactar y revisar el documento final.

En el párrafo 91 de la tercera parte el documento señala que existen estructuras como los consejos parroquiales, los decanatos y las diócesis ya reguladas en el derecho canónico que “podrían resultar aún más adecuadas para concretar ciertos aspectos de un estilo sinodal”.

También afirma que estos consejos pueden convertirse en sujetos de procesos de discernimiento eclesial y de procesos de toma de decisiones sinodales…”. “Se trata, por tanto, de uno de los ámbitos más prometedores sobre los que actuar para alcanzar una rápida aplicación de las orientaciones sinodales y generar así cambios que se podrán percibir rápidamente”.

Un poco más adelante, en la misma parte del documento de trabajo, también se dice: “Las Conferencias Episcopales son un instrumento fundamental para crear vínculos y compartir experiencias entre las Iglesias, así como para descentralizar el gobierno y la planificación pastoral”.

“Sobre la base de lo que surgió durante el proceso sinodal, se propone a) reconocer a las Conferencias Episcopales como sujetos eclesiales dotados de autoridad doctrinal, asumiendo la diversidad sociocultural en el marco de una Iglesia polifacética y favoreciendo la valoración de las expresiones litúrgicas, disciplinares, teológicas y espirituales adecuadas a los diferentes contextos socioculturales”, dice el texto en el párrafo 97.

Interculturalidad en la Iglesia

En el contexto de estas ideas, Mons. Fisher piensa que “necesitamos tener la misma fe, la misma moral, el mismo orden eclesial y esencialmente la misma liturgia”.

“Pero hacemos espacio para las diferentes tradiciones rituales de la Iglesia y para las diferentes adaptaciones culturales y para las diferentes formas de evangelizar en los diferentes lugares”, añadió.

Señaló que en su Arquidiócesis de Sydney, por ejemplo, tienen muchas tradiciones rituales católicas diferentes, como los maronitas, los melquitas, los caldeos, los ucranianos y los sirio-malabares.

“Sabemos que traen diferentes espiritualidades... una misa diferente y diferentes formas de oración, pero también a menudo una comprensión diferente de la sinodalidad, de los roles de los obispos, de la forma en que se eligen a los obispos, tienen un derecho canónico diferente y un orden eclesiástico diferente sin dejar de ser parte de la única Iglesia Católica”, subrayó.

“Y es parte del entusiasmo de la Iglesia, creo, que puedes ir a una misa maronita y es muy diferente, y sin embargo también sabes que es lo mismo: es el Señor que viene a nosotros bajo los elementos del pan y el vino, pero que está realmente presente, su humanidad y divinidad, para nosotros”.

Bénédicte Cedergren, productora asociada de EWTN News Nightly, contribuyó a este informe.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.