ANÁLISIS: Un evento sobre “ordenación de mujeres” este martes, al que los delegados del Sínodo fueron invitados a través de un correo electrónico masivo, es una buena ilustración de cómo los eventos paralelos intentan influir en el proceso.
En el próximo día o dos, no se sorprenda de ver una nueva ronda de noticias sobre el apoyo a la ordenación de mujeres en el Sínodo de la Sinodalidad.
Es una predicción razonable, dado que, el día de hoy, un grupo de defensa envió un correo electrónico, obtenido por el National Catholic Register, invitando a los delegados del Sínodo a unirse a ellos mañana en un evento que promueve la causa.
Organizado por AmerIndia, una red de católicos latinoamericanos progresistas, y titulado “Llamada a ser mujer diácono”, el almuerzo de pizza del 15 de octubre contará con un puñado de mujeres que compartirán por qué están convencidas de que están llamadas al ministerio sacramentalmente ordenado (lo que la Iglesia enseña que no es posible).
Es probable que los periodistas simpatizantes amplifiquen el evento, asegurándose de señalar que los presentadores provienen de varios continentes, posiblemente incluso insinuando que esto socava las críticas de que la ordenación de las mujeres es un “tema de nicho” impulsado por occidentales ricos. También es probable que señalen el número de delegados sinodales que asistirán, es decir, si el total es favorable.
Al hacerlo, seguirán un guión familiar que se está utilizando para influir en el Sínodo de la sinodalidad, o al menos en las percepciones sobre este.