En el noreste de Escocia, a unos 9,7 kilómetros al suroeste de Elgin, en el área de Moray, se encuentra el monasterio de Pluscarden, la abadía benedictina más septentrional del mundo.
Dentro de sus muros medievales, una comunidad de unos 15 monjes católicos continúa orando y recibiendo a los peregrinos para un encuentro con Dios en la paz del valle.
Pluscarden es el único monasterio británico medieval que aún se utiliza para su propósito original, según su sitio web. Y con buena razón: el origen de este lugar sagrado se remonta a 1230, cuando monjes de Borgoña, Francia, llegaron por invitación del rey Alejandro II de Escocia. Eran de una rama de los cistercienses, presentes principalmente en Europa francófona, explicó el prior del monasterio, el P. Giles Conacher, a CNA, agencia en inglés de EWTN News.
El monasterio ha soportado muchas de las tribulaciones de la historia: incendios a manos de enemigos y las consecuencias de guerras que desgarraron Inglaterra, Francia y Escocia. Más de dos siglos después de su fundación, en 1454, los monjes se unieron a la orden benedictina.
En 1560, el monasterio sufrió otro revés. Al convertirse en un país protestante, el Parlamento escocés repudió la autoridad del Papa, y la Misa católica fue declarada ilegal.