La guerra y los desplazamientos generalizados, agravados por una crisis económica, han llevado al sistema educativo del Líbano hasta el borde del colapso. Aproximadamente la mitad de las escuelas públicas del Líbano se han convertido en refugios para las personas desplazadas por la guerra, lo que ha dejado a muchos niños sin acceso a la educación. Pero en medio de esta situación catastrófica, las escuelas católicas se alzan como faros de esperanza.
El P. Mouin Saba, presidente del College des Apôtres (Escuela de los Apóstoles) en Jounieh, una ciudad costera en el distrito de Keserwan, a unos 16 kilómetros al norte de Beirut, indicó a ACI Mena —agencia de noticias para el mundo árabe de EWTN News— que alrededor del 75% de las escuelas católicas en el Líbano están abiertas hoy.
“Las escuelas católicas en algunas regiones, como el sur y el valle de Bekaa, así como otras áreas propensas a perturbaciones, han cerrado temporalmente sus puertas debido a los desafíos recientes”, señaló. “Sin embargo, alrededor del 75% de nuestras escuelas todavía enseñan en modalidad presencial. Si se hace necesario, pasaremos al aprendizaje a distancia. El problema principal hoy es con las escuelas públicas, no con las privadas. Damos gracias a Dios que nuestras escuelas católicas privadas están funcionando bien”, añadió el P. Saba.
Fundado por la Congregación de Misioneros Maronitas Libaneses, el College des Apôtres acoge a estudiantes de todas las confesiones religiosas sin distinción ni privilegio. El P. Saba destacó la importancia de abrir más escuelas católicas.
“Como cristianos, creemos que estamos llamados a difundir esperanza y vida”, afirmó. “Esto sólo puede manifestarse a través de nuestras acciones diarias, ya sea en la vida personal o comunitaria. Hoy en día, el Líbano se enfrenta a graves desafíos, pero a través de la educación, tenemos la oportunidad de difundir esperanza y vida. Este es un tipo de resiliencia cristiana, basada en la creencia de que el Señor Jesucristo vino, incluso en tiempos de crisis, para ayudar a difundir la esperanza y la fe en las sociedades humanas”, expresó.