La influencer y aristócrata Ana Finat, descendiente de San Francisco de Borja, acaba de publicar el relato de su conversión, donde describe cómo pasó de la mundanidad y tener miedo a Dios a recuperar la libertad confiando en su misericordia.
En el libro Cuando conocí al Dios Amor. Cómo el amor de Cristo me libero de las cadenas del mundo Ana Finat aborda con generosidad la historia de su vida, muy alejada de la del común de los mortales por razones familiares, en especial durante su infancia, pero, al mismo tiempo, muy similar en cuanto a mundanidad y alejamiento de la fe como la mayoría de su generación.
“Cuando crecí me alejé de Dios, porque me molestaba y porque yo era rebelde”, reconoce en conversación con ACI Prensa. En ese tiempo vivió como tantos jóvenes de su generación: "Me fumé mis primeros cigarrillos, vi los primeros porros, íbamos mucho de botellón y pasaba más tiempo en la calle haciendo pellas que en el colegio", explica en el libro.
También vivió con cierto desorden la entrega sexual, lo que le llevó a vivir un embarazo inesperado a los 20 años. Más tarde, recurrió a técnicas de reproducción humana asistida contrarias al Magisterio de la Iglesia Católica.
Por fortuna, no cayó en la tentación del aborto: “Nunca me planteé abortar. El embarazo me dio angustia, sabía perfectamente que no iba a ser nada fácil, porque nuestra relación [con su entonces novio] no era buena, pero me hizo ilusión la vida que venía. Desde el principio, la acogí con mucha ilusión. Para mí fue un regalo, dentro de que yo sabía lo que se me venía encima, para empezar, porque yo también era muy inmadura”, expone.