En medio de la depresión y la desesperanza tras la pérdida de su hijo David en las montañas de Ecuador, Margaret Fellker, fundadora de la ONG caritativa David’s Educational Opportunity Fund, encontró el amor redentor de Dios y despertó en su corazón la misión de ayudar a jóvenes en situación de pobreza.
Originaria de Madison, Wisconsin (Estados Unidos), el viaje de fe de Margaret marcado por la tragedia y un encuentro con Jesús Eucaristía, se transformó en una poderosa fuente de inspiración para muchos en Quito, Ecuador, al desarrollar junto a su esposo una ONG dedicada a apoyar a estudiantes talentosos que enfrentan dificultades económicas.
La pérdida de David
“David era, es y siempre será nuestro único hijo, nacido en 1981. Siempre fue una buena aventura ser su mamá: empezó a leer a la edad de 2 años; era actor adolescente en un teatro de Shakespeare y luego en teatro de improvisación”, contó Margaret en una reciente entrevista concedida a ACI Prensa.
Margaret recordó que, desde joven, su hijo demostró una notable pasión por explorar el mundo y conectar con diversas culturas. A la edad de 17 años, David fue un estudiante de intercambio en Hungría. Su deseo de aprender y experimentar la vida en el extranjero lo llevó a África, donde pasó un mes en Ghana. No se detuvo allí; a la misma edad, comenzó a hacer voluntariado en un barrio hispanohablante en Chicago, donde también comenzó a aprender español.
A lo largo de su vida, David llegó a hablar con fluidez cuatro idiomas: inglés, español, húngaro y alemán. Este amor por el aprendizaje y la conexión lo llevó a Ecuador, donde, como estudiante universitario, decidió pasar un semestre de intercambio en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador desde febrero hasta junio de 2002.