El Papa Francisco recordó que la unidad, tanto en la Iglesia como en el matrimonio y la familia, procede del Espíritu Santo y se alcanza “cuando uno se esfuerza por poner a Dios, y no a uno mismo en el centro”.
Durante su catequesis en la Audiencia General de hoy, el Santo Padre reflexionó acerca de la acción del Espíritu Santo en Pentecostés, narrada en los Hechos de los Apóstoles.
Ante los fieles y peregrinos que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice advirtió que “la unidad de la Iglesia es la unidad entre las personas y no se consigue actuando de manera teórica, sino en la vida”.
¿Qué es necesario para lograr la unidad en la Iglesia y la familia?
A continuación, señaló que “todos queremos la unidad, todos la deseamos desde lo más profundo de nuestro corazón”.