Un obispo libanés hizo un apasionado llamado a la paz y al perdón durante la conferencia de prensa diaria del Sínodo de la Sinodalidad, cuando la primera semana de la asamblea llega a su fin.
Este 5 de octubre, el Obispo de Batroun, Mounir Khairallah, compartió su experiencia personal de violencia y perdón, contando cómo sus padres fueron asesinados cuando él tenía solo cinco años de edad.
“Una monja maronita libanesa vino a nuestra casa, nos llevó a los cuatro niños a su monasterio y en la iglesia nos invitó a arrodillarnos y rezar”, recordó el Obispo Khairallah. “Dijo: ‘No recemos tanto por sus padres, sino más bien por quienes los mataron, y busquemos el perdón’”.
El prelado enfatizó que, a pesar de los conflictos en curso, el pueblo libanés rechaza constantemente el odio y la venganza. “Nosotros, los libaneses, siempre hemos condenado el odio, la venganza, la violencia. Queremos construir la paz. Somos capaces de hacerlo”, afirmó.
El Obispo Khairallah insistió en que la mayoría de la gente desea la paz. Hizo un llamado a poner fin a los ciclos de represalias: “Basta con esta venganza, con este odio, con esta guerra. Basta. Construyamos la paz al menos para los niños, para las generaciones futuras que tienen derecho a vivir en paz”.
La súplica del obispo resonó con los sentimientos más amplios expresados durante el sínodo. El sábado, los participantes emitieron “un llamado urgente a la paz en nombre del sínodo”, junto con un llamado a “todas las religiones para que condenen el fundamentalismo con una sola voz”.