A casi un año del ataque de Hamás en territorio israelí, el 7 de octubre de 2023, una delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) se dedicó a profundizar en las consecuencias de aquel evento en la juventud de la región, que desde ese día se sumergió en una espiral de violencia y muerte.
“Los jóvenes cristianos de Tierra Santa se sienten perdidos y sin esperanzas de volver algún día a la normalidad”, aseguró ACN. Uno de estos jóvenes, Raffi Ghattas, que se desempeña como periodista, habló sobre el dilema que enfrentan al no poder irse de su casa.
“En nuestra cultura no abandonamos la casa de nuestros padres antes de casarnos, así que los jóvenes siguen viviendo con sus padres. Yo quiero irme, pero no puedo hacerlo si no me caso. Sin embargo, a mis 27 años no puedo permitirme una casa propia, así que no puedo permitirme casarme”, aseguró.
Dima Khoury, funcionaria del Patriarcado Latino de Jerusalén, indicó sobre esto que “al no abrigar esperanzas, la gente intenta marcharse, muchos no tienen hijos ni se casan” y que “es muy difícil infundirles esperanza. Los que tienen hijos sólo tienen uno o dos. Además, se necesita el salario completo de uno de los cónyuges para cubrir el alquiler, así que ambos tienen que trabajar”.
Desde que empezó la guerra los empleos escasean, afectando especialmente a los jóvenes, y el turismo es casi inexistente. “Cuando se les pregunta, todos los jóvenes cristianos coinciden en que sólo quieren volver a vivir como antes del 7 de octubre”, señaló ACN.
Sufrimiento en Cisjordania