Seis migrantes que viajaban en una camioneta perdieron la vida y diez resultaron heridos de bala a causa de disparos de agentes del ejército mexicano. La Iglesia Católica condenó este trágico incidente y afirmó que estos hechos son “consecuencia de la militarización de la política migratoria”.
Fuerzas Armadas se pronuncian
De acuerdo con información compartida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el hecho ocurrió el 1 de octubre en el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla, en Chiapas.
Según el informe, los soldados detectaron un vehículo tipo pick-up que iba a alta velocidad, “mismo que al ver al personal militar se evadió”. Detrás de este vehículo se desplazaban otros dos que, de acuerdo al ejército, se asemejan a los que “usan grupos delincuenciales en esa región”.
El personal militar manifestó haber “escuchado detonaciones”, lo que habría llevado a que los elementos accionaran su armamento. El ejército asegura que los vehículos —de los cuales lograron detener uno— transportaban migrantes de diversas nacionalidades, incluidos egipcios, cubanos y pakistaníes. Cuatro personas perdieron la vida en el lugar, y dos más fallecieron tras ser hospitalizados.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que los dos militares que accionaron su armamento “fueron separados de sus funciones” mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes, “al ser un hecho en el que se vieron afectados civiles”.