“Ante todo, es necesario saber que el Líbano está viviendo el último Vía Crucis desde el 2019”, afirmó el P. Roufayel Zgheib, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en el país, al referirse a la guerra que se libra actualmente entre Israel y Hezbolá.
En una reciente entrevista concedida a EWTN Noticias, el sacerdote describe cómo el conflicto en Medio Oriente se ha intensificado, alcanzando al Líbano, que desde 2019 ha enfrentado un colapso económico devastador, la crisis del COVID-19, la explosión del puerto de Beirut y, más recientemente, la guerra en Gaza y el sur del país. Según sor Maya El Beaino, religiosa de los Sagrados Corazones de Jesús y María, unos 9.000 cristianos de tres pueblos del sur del Líbano están en constante peligro a causa de la guerra.
“Hemos perdido 100 veces el valor de nuestra moneda, ha habido una devaluación enorme... A nivel psicológico estamos agotados y se da sobre todo el miedo sobre el mañana”, relató el presbítero.
El P. Zgheib señala que la incertidumbre se cierne a diario sobre la población. Los libaneses no sólo se enfrentan a un panorama económico sombrío, sino también a la angustia de no saber qué les deparará el futuro. “No hay futuro... esta guerra nos crucifica”, añade el sacerdote,.
Sin embargo, en medio de la tormenta, la fe se ha convertido en el pilar que sostiene a muchos, especialmente a los cristianos. “El pueblo cristiano se aferra a la fe, a la esperanza... estamos en esta espera de la resurrección”, expresó el P. Zgheib. La Iglesia en el Líbano, conocida como “la Iglesia de la esperanza”, mantiene viva la llama de la esperanza en medio de lo que él describe como “el silencio de la muerte”.