El Arzobispo de Santiago (Chile), Mons. Fernando Chomali, presidió este domingo la procesión y Misa en honor de Nuestra Señora del Carmen, patrona del país, en la denominada “Fiesta de la Esperanza”, y centró su mensaje en la importancia de salvar al país, proteger el patrimonio espiritual y respetar la vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural.
Las actividades llevaron el lema “Nuestra Señora del Carmen, enséñanos a orar y anímanos en la esperanza” y comenzaron con una procesión por las calles de la capital, donde numerosas delegaciones de comunidades católicas de la ciudad llevaron la imagen de la Virgen, deteniéndose en distintas estaciones para recibir homenajes artísticos preparados para la Madre.
A su regreso, el Arzobispo de Santiago ofreció una bendición en el atrio de la catedral, y presidió la Eucaristía al interior del templo.
En su homilía, el prelado hizo referencia al Evangelio de Juan donde se narra el milagro de Jesús en las bodas de Caná.
En ese contexto, comparó esa escena con la realidad actual: “El mundo y Chile se parecen a una boda sin vino. Dios nos creó para que hubiera alegría, fraternidad, trabajo, familia, seguridad, prosperidad y paz. Y sucede que no encontramos nada de eso, sino violencia, miedo, corrupción en los líderes”.
Al referirse a una “gran globalización de la indiferencia”, a la desesperanza, al egoísmo y a la pobreza, llamó a imitar la actitud de María y apelar a Jesús, porque “está más que demostrado que todo proyecto personal, familiar, político y social que excluye a Dios termina fracasado”.