En vísperas de la toma de posesión de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México, la primera mujer en este cargo, el martes 1 de octubre, la Iglesia Católica formuló varias solicitudes, entre las que destaca el llamado a que no prevalezca “el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”.
Sheinbaum, candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia —que reúne a los grupos políticos Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Partido del Trabajo (PT), y Partido Verde Ecologista de México (PVEM)— fue la ganadora de las elecciones presidenciales.
Asimismo, MORENA y sus partidos aliados gobernarán 23 de los 32 estados del país y además tendrán la mayoría en el Congreso de la Unión, el órgano legislativo bicameral federal de México.
En este contexto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ofreció, a través de un comunicado este 30 de septiembre, “oraciones y buenos augurios” para el inicio de la nueva administración, manifestando su alegría por la llegada de la primera mujer a la presidencia del país.
La CEM confía en que Sheinbaum “sabrá tener una gran sensibilidad y respeto impulsando todo aquello que redunde para el bien y el desarrollo social de todos los ciudadanos”, no obstante, los obispos señalaron que la “realidad habla por sí misma y exige, de manera inmediata”, ciertas acciones.
Entre ellas, los obispos mexicanos destacaron la implementación de “políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos”. Según los prelados, estas políticas deben estar orientadas a “lograr el propósito de la paz social”.